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La rodilla es una de las articulaciones más grandes y complejas del cuerpo, siendo la principal articulación de la parte inferior del cuerpo humano. La rodilla une tres de los huesos de la zona inferior que son la rotula, el fémur y la tibia.
Sus funciones más importantes son sostener el peso y crear estabilidad en el cuerpo. El principal movimiento que tiene que realizar esta articulación es la flexo-extensión o la rotación una vez que la rodilla se encuentra flexionada.
La artroscopia de rodilla es una técnica mínimamente invasiva, que permite el tratamiento de patologías de rodilla. Mediante incisiones mínimas en la piel del paciente, se puede visualizar la articulación en su totalidad.
La introducción de un artroscopio envía la imagen a una pantalla de alta resolución, mediante la que el traumatólogo especialista visualiza la rodilla del paciente.
Se realiza el diagnóstico de la patología, y se introducen los instrumentos quirúrgicos necesarios para el tratamiento de la misma.
Existen diversas patologías de rodilla, que pueden ser tratadas mediante artroscopia de rodilla, ofreciendo buenos resultados y mejorando la calidad de vida del paciente. Algunas de ellas son:
- Meniscopatías traumáticas
Esta patología está relacionada con el menisco. Los meniscos son estructuras cartilaginosas situadas entre el fémur y la tibia.
Esta surge por movimientos de giro con el pie fijo en el suelo y suele darse en la mayoría de los jóvenes y deportistas. Los síntomas más comunes son el bloqueo de la articulación, dolor al flexionar o extender y crujido en el momento de la lesión.
- Roturas de menisco
Como hemos explicado anteriormente, el menisco es una estructura cartilaginosa que se encuentra en la rodilla. Esta patología es consecuencia de una torsión extrema con el pie situado en el suelo. Al igual que en la Meniscopatías, los síntomas son bloqueo de la articulación, dolor al flexionar o extender, crujido en el momento de la lesión o derrame articular.
- Lesiones del ligamento cruzado
Este es un esguince o desgarro del ligamento. En la mayoría de los casos es consecuencia de cambios de dirección, de saltos y demás movimientos que se pueden dar en ciertos deportes. Los síntomas que le caracteriza es hinchazón, dolor intenso o pérdida de movimiento
- Lesiones condrales o lesiones del cartílago articular de la rodilla
Estas lesiones se producen como consecuencia de un daño producido en el cartílago articular, el cual recubre la superficie de la articulación. Los síntomas más comunes son dolores articulares, derrames o inflamación y bloqueo en la rodilla
- Condromalacias articulares
Esta patología también es conocida como condromalacia rotuliana. Es una afección en la superficie del cartílago de la rótula. Los síntomas que ayudaran a detectar esta lesión son malestar alrededor de la rótula, fallos en la rodilla y derrames en la rodilla, entre otros síntomas
Consejos para la recuperación tras una artroscopia de rodilla
La recuperación siempre variará según el caso, ya que no todos los cuerpos funcionan de la misma manera. Por lo que empezamos dándote un gran consejo, evita comparar tu recuperación con la de otras personas, confía plenamente en los consejos de tu traumatólogo. Otras advertencias a tener en cuenta: intenta evitar mantenerte en pie durante un largo periodo, no tomes medicación que no haya sido recomendada anteriormente por tu cirujano. Evita mojar las heridas hasta que estas estén curadas, e intenta usar muletas los primeros días para no apoyar la pierna en ningún momento. Y por último, cuando sea conveniente, realiza los ejercicios que hayan sido recomendados por tu especialista, esto hará que la recuperación tras la artroscopia de rodilla dure lo menos posible.Preoperatorio:
El estudio previo adquiere especial importancia. Antes de someterse a una artroscopia de rodilla, será necesario realizar diferentes pruebas diagnósticas que permitan diagnosticar la patología del paciente y la localización exacta.
Algunas de las pruebas que se suelen realizar antes de la artroscopia de rodilla son:
- Hemograma: También conocida como analítica de sangre, en la que se evalúan distintos parámetros importantes en la sangre antes de la realización de la artroscopia de rodilla.
- Radiografía simple: Para detectar aquellas roturas o irregularidades en la rodilla.
- Resonancia Magnética: con este método se pueden observar las lesiones en aquellos tejidos blandos.
Postoperatorio:
El postoperatorio tras una artroscopia de rodilla, ofrece buenos resultados y, gracias a las incisiones mínimas la recuperación del paciente será más rápida.
Habitualmente, el paciente es dado de alta unas horas después de la intervención, una vez han finalizado los efectos de la anestesia. En algunos casos, es recomendable un tratamiento rehabilitador, supervisado por un fisioterapeuta especializado que mejore la movilidad y fortalezca la articulación del paciente.
¿Qué es el menisco?
El menisco es una pieza de cartílago que actúa de amortiguador entre la tibia y el fémur, este se suele romper con movimientos bruscos. El tratamiento para esta patología se lleva a cabo a través de la artroscopia de menisco.
La operación de menisco, también conocida como meniscectomía, es una operación de artroscopia de rodilla, en la cual se realizan incisiones en la articulación a través de la cual, se introducirá el artroscopio (instrumento que envía imágenes directamente al monitor) para la completa reparación de la lesión.
La duración de la operación del menisco interno suele ser de aproximadamente unos 30-40 minutos, esto varía en función de la gravedad de cada caso.
La recuperación de la artroscopia de menisco suele tardar alrededor de tres semanas, en las que no se debe de apoyar la pierna durante ese tiempo. La primera semana es crucial para una buena recuperación, en la que se debe mantener reposo total.
En el caso de la rotura del ligamento cruzado anterior, esta lesión es producida por una hiperextensión forzada de los ligamentos de la rodilla, este traumatismo se puede dar de forma aislada o como consecuencia de la rotura del menisco, lo cual puede supone una mayor gravedad en la patología.
La operación del ligamento cruzado anterior se lleva a cabo a través de una extirpación del ligamento roto y se reemplaza por un injerto de tejido del propio paciente o de algún donante, este tejido donado es también conocido por el nombre de “aloinjerto”.
¿Por qué son tan habituales las lesiones de menisco y de ligamento cruzado anterior en deportistas?
Estas dos lesiones surgen como consecuencia de la realización de deportes en los que se realizan numerosos giros y paradas bruscas con el pie fijo en el suelo, más concretamente en deportes como fútbol o baloncesto.
En el momento de la lesión, el paciente escuchará un ruido en seco y un fuerte dolor, acompañado de una rigidez en la rodilla, haciendo que se bloquea en la rodilla que le impide estirarla
Tiempo de recuperación de operación de menisco y ligamento cruzado anterior
La recuperación de ambas patologías, suele ser bastante rápida, ya que al tratarse de una cirugía mínimamente invasiva de rodilla, no hay necesidad de abrir la articulación completamente y por lo tanto el paciente no sufrirá tanto dolor como en una operación abierta de rodilla.
El tiempo aproximado de reposo es de alrededor de 1 o 2 meses, aunque este tiempo dependerá de cada caso en concreto.