El ligamento cruzado anterior tiene gran importancia en la articulación de la rodilla. Por eso, es importante evitar movimientos bruscos que puedan contribuir a la aparición de lesiones que puedan afectar a la calidad de vida del paciente.
¿Qué es el ligamento cruzado anterior?
El ligamento cruzado anterior es uno de los principales ligamentos de la rodilla, su tamaño es pequeño, pero desempeña una función fundamental en la articulación de la rodilla. Está localizado entre el fémur y la tibia.
Funciones del ligamento cruzado anterior
La importancia del ligamento cruzado anterior es vital para que la articulación de la rodilla funcione de manera correcta, ya que, entre otros, controla los desplazamientos de la tibia sobre el fémur.
Además, el ligamento cruzado anterior evita el desplazamiento de la rodilla hacia delante y aporta estabilidad a la articulación cuando se realizan movimientos de rotación, entre otros.
¿Cuáles son las lesiones más habituales del ligamento cruzado anterior?
Las lesiones en el ligamento cruzado anterior son muy frecuentes, especialmente entre deportistas, ya que las posturas forzadas, así como los movimientos bruscos pueden desencadenar en una lesión.
Una de las lesiones más frecuentes es el esguince de ligamento cruzado, así como el desgarro o la rotura completa del ligamento. Estas lesiones provocan inestabilidad en la articulación y precisan de un tratamiento adecuado.
Por otro lado, la deficiencia crónica del ligamento cruzado es una de las lesiones más graves, que pueden afectar a la calidad de vida del paciente. Se produce por lesiones o traumatismos sufridos en el pasado.
Causas de las lesiones del ligamento cruzado
Las causas de las lesiones en el ligamento cruzado anterior pueden ser muy variadas, pero habitualmente están relacionadas con traumatismos. En muchos casos, una presión excesiva o ejercicios que supongan un impacto directo y repetitivo sobre la articulación pueden provocar lesiones.
Además, las posturas forzadas que suponen posiciones agresivas para el ligamento cruzado anterior, provocan desgaste en el ligamento, lo que, en un futuro a corto o largo plazo, puede desembocar en una lesión más grave.
Síntomas de las lesiones del ligamento cruzado
Los síntomas de las lesiones de ligamento cruzado pueden ser muy variados en función de la causa que los provoque. En los casos en los que la lesión se produzca durante la práctica deportiva, es habitual que el paciente experimente un chasquido en la zona seguido de dolor punzante.
Los pacientes con lesiones de ligamento cruzado anterior suelen manifestar dolor en la zona, que en muchos casos aparece acompañado de inflamación. Así como, rigidez muscular que dificulte el movimiento de la articulación.
Diagnóstico de las lesiones de ligamento cruzado
Una vez que el paciente acude al traumatólogo presentando dolor en la zona, lo más habitual, es que en primer lugar se lleve a cabo una palpación con el objetivo de conocer en que puntos presente mayor grado de dolor. Así como, un examen físico en el que se evalúe la capacidad de movimiento de la articulación del paciente.
En la mayoría de los casos, es necesario realizar pruebas diagnósticas de imagen que aporten mayor información. Por ejemplo, radiografías o resonancias, que permiten obtener imágenes de la articulación del paciente, aportando información más precisa.
Tratamiento para las lesiones de ligamento cruzado
Una vez que se diagnostica una lesión de ligamento cruzado anterior, lo más habitual es que se recomiende reposo, aplicación de frío en la zona, así como un tratamiento a base de medicamentos antiinflamatorios, o tratamientos con células madre, que ayuden a aliviar el dolor.
La fisioterapia puede aplicarse en pacientes con lesiones de ligamento cruzado anterior, pero requiere una rehabilitación larga y constante, que permitan al paciente recuperar la movilidad de la articulación.
En muchos casos, el desgarro o rotura del ligamento cruzado anterior, obliga a que el paciente se someta a una intervención quirúrgica. Normalmente, esta cirugía se realiza por artroscopia, mediante la que se lleva a cabo un injerto en el ligamento del paciente. Antes de que el paciente se someta a tratamiento quirúrgico, se tienen en cuenta ciertos aspectos, tales como la edad o la actividad física del paciente antes de la lesión. Ya que, si se trata de un paciente de edad avanzada con alguna enfermedad degenerativa, suele optarse por tratamientos de otro tipo.
Tras una cirugía de ligamento cruzado anterior, sería recomendable que el paciente acudiese a una clínica de fisioterapia y rehabilitación, que ayude al fortalecimiento muscular y permita ir recuperando la actividad de manera progresiva.
Prevención de las lesiones de ligamento cruzado
En muchos casos las lesiones de ligamento cruzado son inevitables, especialmente aquellas producidas por traumatismos. Sin embargo, existen ciertas pautas que pueden ayudar a prevenir su aparición.
En primer lugar, es importante fortalecer los músculos de las piernas, que ayudarán a mantener protegido el ligamento cruzado. Además, es importante evitar giros o movimientos bruscos, que puedan provocar desgarros o roturas del ligamento cruzado anterior. Así como, evitar posturas forzadas de forma repetida, que contribuyen al desgaste del ligamento.
Como se ha explicado, es importante acudir a un especialista ante la aparición de dolor, que pueda aplicar el tratamiento adecuado para evitar lesiones crónicas. Así como, seguir ciertas pautas que pueden ayudar a la prevención de este tipo de patologías.