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La cadera es una de las partes del cuerpo humano, que más fracturas y roturas sufre con el paso de los años. Es habitual que en pacientes de edad avanzada, el desgaste de huesos y cartílagos, provoque una rotura de cadera. En muchos casos, la rotura se produce por la inestabilidad del paciente, y en otros, por traumatismos en los casos en los que los huesos manifiestan debilidad.
En función de las características de la rotura, se pueden diferenciar distintos tipos de fractura.
La fractura de cabeza femoral, es aquella que se produce en la cabeza del fémur, que se da en pacientes mayores de 50 años y se trata mediante osteosíntesis, es decir, se unen los huesos con tornillos.
Las fracturas del cuello femoral, afectan al cuello del fémur. Las causas más comunes son traumatismos fuertes, y suelen tratarse mediante osteosíntesis o con el implante de una prótesis de cadera.
Fracturas intertrocantéreas
Se localizan en el trocánter mayor y menor, siendo habituales en personas de edad avanzada.
Fracturas subtrocantéreas
Por otro lado, se pueden diferenciar las fracturas subtrocantéreas, que son las menos frecuentes y se pueden tratar mediante cirugía abierta, con la colocación de placas y tornillos, o implantando clavos intramedulares mediante cirugía mínimamente invasiva.
Pinzamiento femoroacetabular
Esta patología surge por un exceso de roce en los movimientos realizados por la cadera, en la cual el hueso de la pelvis, también conocido como acetábulo, roza constantemente con la cabeza del fémur.
El equipo del Prof. Dr. Elgeadi cuenta con traumatólogos especializados en endoscopia y artroscopia de cadera, que podrán ayudar al paciente a recuperar su calidad de vida.
Una endoscopia de cadera es una técnica mínimamente invasiva, que permite tratar lesiones y patologías de la articulación minimizando los efectos sobre el paciente.
El traumatólogo especialista de cadera realiza mínimas incisiones en la piel del paciente, mediante las que introduce el endoscopio, a partir del cual se podrá localizar la lesión y observar de forma minuciosa. Además, se introducirán los instrumentos quirúrgicos necesarios para el tratamiento de la patología.
La recuperación es rápida y el paciente es dado de alta una vez terminan los efectos de la anestesia.
La cirugía endoscópica de cadera se divide en dos fases. En la primera fase, se aplica anestesia general y se realizan las incisiones en la piel del paciente, mediante las que se introducirá posteriormente el material quirúrgico necesario.
La segunda fase, es más larga, en ella se introduce el endoscopio y se observa la patología a tratar. Se introduce el material necesario mediante el endoscopio y, a través de una cámara de alta resolución, el traumatólogo especialista de cadera realizará la operación.
La recuperación tras una endoscopia de cadera es más rápida y menos dolorosa para el paciente que tras una cirugía abierta.
Al tratarse de incisiones mínimas, existe menor riesgo de infecciones y el paciente recuperará la movilidad de forma más rápida. Además, el riesgo de sangrado también es menor.
El paciente será dado de alta una vez que los efectos de la anestesia hayan cesado. Pasadas 24 horas podrá empezar a apoyar la pierna. En este tipo de operaciones, suele ser necesario realizar una rehabilitación que ayude a recuperar movilidad y fortalecer la articulación de la cadera.
La artroscopia de cadera es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, que permite el abordaje para el tratamiento o estudio de las patologías de cadera mediante incisiones milimétricas en la piel.
Mediante las nombradas incisiones, se introduce el material necesario para abordar la lesión y aplicar el tratamiento más adecuado, que haga que el paciente recupere la movilidad natural de la articulación, a la vez que su calidad de vida.
Lo más innovador de esta técnica de cirugía, es que permite observar el interior de la articulación sin realizar una cirugía abierta convencional. Esto consigue que la artroscopia de cadera sea una técnica no invasiva capaz de ofrecer unos resultados muy positivos en un periodo de recuperación corto.
El tiempo estimado para la operación de artroscopia de cadera es de 90 minutos aproximadamente, dependiendo de varios factores como son el tipo de lesión o el tratamiento aplicado.
Esta técnica mínimamente invasiva permite tratar las siguientes lesiones y patologías de cadera:
- Dolor de cadera
- Rotura de labrum
- Choque femoroacetabular
- Eliminación de cuerpos libres intraarticulares
- Deformidades propias de la cadera
- Lesiones de cartílago
- Aplicación de condrocitos
- Artritis de cadera
El tiempo de recuperación tras someterse a una artroscopia de cadera es bastante rápido, ya que al tratarse de una operación mínimamente invasiva, las complicaciones son casi nulas y la técnica no es agresiva.
Otro factor muy importante es la experiencia del traumatólogo especialista que lleve a cabo la operación.
El choque femoroacetabular es una patología de la cadera en la cual hay una alteración en el contacto entre el hueso del muslo (fémur) y el acetábulo de la pelvis, lo que puede causar dolor y limitación en el movimiento.
Esta condición se caracteriza por la presencia de síntomas como dolor en la ingle, cadera o glúteos, rigidez, chasquidos o sensación de bloqueo en la articulación de la cadera.
El choque femoroacetabular puede presentarse en diferentes formas, tales como el tipo cam, pincer o mixto.
El tratamiento para esta afección puede variar e incluir opciones como la fisioterapia, modificaciones en la actividad física y en la rutina diaria, el uso de medicamentos para el control del dolor y la inflamación, así como la consideración de la cirugía en los casos más severos con el objetivo de corregir las alteraciones anatómicas y aliviar los síntomas.
La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa que afecta el cartílago articular de la cadera, causando dolor, inflamación y limitación del movimiento.
Esta condición puede manifestarse con síntomas tales como dolor profundo en la cadera, rigidez, dificultad para caminar o subir escaleras, y una disminución en la calidad de vida.
La artrosis de cadera puede tener diferentes causas, como el desgaste natural debido al envejecimiento, lesiones previas o factores genéticos.
El tratamiento para la artrosis de cadera puede involucrar cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y la adopción de una alimentación saludable, la práctica de ejercicio físico adecuado para fortalecer los músculos que soportan la articulación de la cadera, el uso de medicamentos para el control del dolor y la inflamación, y en casos más graves, la consideración de la cirugía de reemplazo de cadera para mejorar la función y aliviar el dolor.
La bursitis trocantérica es la inflamación de la bursa ubicada en la parte externa de la cadera, cerca del trocánter mayor del fémur.
Esta afección puede causar dolor en el costado de la cadera y dificultad para dormir de lado. Los síntomas comunes de la bursitis trocantérica incluyen dolor punzante en la cadera, sensibilidad al tacto, dificultad para caminar o subir escaleras, y puede empeorar al estar acostado del lado afectado.
El tratamiento para esta condición puede incluir reposo, aplicación de compresas frías o calientes, medicamentos antiinflamatorios para reducir la inflamación y el dolor, fisioterapia para fortalecer los músculos que rodean la articulación de la cadera y mejorar su estabilidad, así como la consideración de infiltraciones de corticosteroides para aliviar la inflamación y el dolor en casos más severos.
La cadera en resorte es una condición en la cual hay un atrapamiento o bloqueo de los tejidos blandos alrededor de la articulación de la cadera, lo que causa dolor y sensación de «resorte» al mover la pierna.
Los síntomas comunes de la cadera en resorte incluyen dolor en la parte frontal o lateral de la cadera, sensación de atrapamiento o chasquido al flexionar o extender la cadera, y rigidez en la articulación.
El tratamiento para esta condición puede incluir fisioterapia para fortalecer los músculos que rodean la cadera y mejorar la estabilidad de la articulación, modificaciones en la actividad física y en los movimientos que desencadenan los síntomas.
En casos más graves se toma en consideración la cirugía liberar los tejidos atrapados y aliviar los síntomas.
La pubalgia, también conocida como dolor de la sínfisis del pubis, es una afección que causa dolor en la región de la ingle y la parte baja del abdomen, especialmente durante actividades físicas como correr, saltar o cambiar de dirección.
Los síntomas comunes de la pubalgia incluyen dolor en la ingle que se irradia hacia los genitales, debilidad en los músculos abdominales y aductores de la cadera, y dificultad para realizar actividades físicas.
El tratamiento para esta condición puede incluir reposo para permitir la recuperación de los tejidos afectados, fisioterapia para fortalecer los músculos abdominales y de la cadera, el uso de medicamentos para el control del dolor y la inflamación, y en casos más graves, la consideración de la cirugía para reparar los tejidos dañados.
La osteonecrosis de la cadera es una condición en la cual hay una falta de flujo sanguíneo al hueso de la cabeza del fémur, lo que resulta en la muerte del tejido óseo y el colapso de la articulación.
Los síntomas comunes de la osteonecrosis de la cadera incluyen dolor profundo en la cadera, rigidez, dificultad para caminar y limitación del movimiento.
Esta condición puede ser causada por traumatismos, uso prolongado de esteroides, consumo excesivo de alcohol o enfermedades como el lupus o la enfermedad de Gaucher.
El tratamiento para la osteonecrosis de cadera puede incluir terapia física para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos que soportan la articulación, el uso de medicamentos para el control del dolor, la limitación de la carga de peso y la consideración de la cirugía en casos más avanzados para reemplazar la articulación de la cadera y restaurar su función.
La intervención se realiza mediante anestesia general o epidural, efectuando primero una tracción de la pierna mediante la cual la tensión se reduce al máximo.
El médico traumatólogo especialista realizará una pequeña incisión por la cual se introducirá el artroscopio, una cámara que permita visualizar la articulación de la cadera completamente. Además, se procederá a realizar varias incisiones milimétricas para el procedimiento quirúrgico.
El momento adecuado para realizar una artroplastia o prótesis de cadera será cuando el dolor en la cadera del paciente sea insoportable, y los métodos de fisioterapia o medicamentos utilizados con anterioridad no hayan servido de ayuda.
Normalmente las roturas de cadera se intentan reparar, pero existen ciertas fracturas ubicadas en el extremo superior del fémur que hacen que sea necesario aplicar una prótesis de cadera al paciente, ya que se puede sufrir una falta de riego en la zona.
Tipos de prótesis de cadera
Nuestro equipo de especialistas en fracturas de cadera realizará un estudio médico completo al paciente para aplicar la prótesis más adecuada.
Prótesis total de cadera
También conocida como «artroplastia total de cadera». Este método consiste en la retirada del hueso y cartílago dañados, sustituyéndolos por componentes normalmente de metal que cumplan con la misma función. Suele aplicarse en casos de artrosis articular.
Prótesis parcial de cadera
En este caso, la cabeza femoral articula contra la pelvis directamente. A diferencia de la total, únicamente se sustituye la cabeza femoral dejando la cavidad del acetábulo de la pelvis intacta.
Este tipo de cirugía es empleada en los casos de fractura de personas con poca actividad física.
Prótesis de revisión de cadera
Esta operación de cadera se realiza para reemplazar otra prótesis que esté generando complicaciones, pudiendo ser parcial o total.