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Las fracturas y esguinces son lesiones comunes en la mano y la muñeca que pueden ocurrir debido a traumatismos, caídas o movimientos bruscos. Las fracturas pueden afectar los huesos de la mano y la muñeca, mientras que los esguinces se refieren a la distensión o ruptura de los ligamentos.
Los síntomas comunes de estas lesiones incluyen dolor intenso, hinchazón, deformidad o dificultad para mover los dedos, muñeca o mano afectada. El diagnóstico se realiza a través de radiografías u otros estudios de imagen para evaluar la gravedad de la lesión y determinar el mejor enfoque de tratamiento.
En términos de tratamiento, las fracturas pueden requerir inmovilización con férulas o yesos para permitir que los huesos se fusionen correctamente. Además, se pueden recetar medicamentos para el dolor y la inflamación para controlar los síntomas. La fisioterapia también puede ser útil para recuperar la movilidad y fortalecer los músculos alrededor de la mano y la muñeca.
En casos más graves, cuando hay una fractura desplazada o una ruptura significativa de los ligamentos, puede ser necesaria una cirugía para reparar los huesos fracturados o los ligamentos dañados. El cirujano puede utilizar técnicas como la fijación interna con placas y tornillos o la reconstrucción de los ligamentos para restaurar la estabilidad y la función adecuada.
El entrampamiento de nervios en la mano y la muñeca puede ocurrir cuando los nervios se comprimen o atrapan en estructuras circundantes, como ligamentos, tendones o huesos. Esto puede causar dolor, entumecimiento, debilidad o sensación de hormigueo en la mano y los dedos.
Los síntomas comunes de esta condición incluyen dolor que se irradia hacia los dedos, sensación de adormecimiento o pérdida de sensibilidad, debilidad muscular y dificultad para agarrar objetos. Dos de los atrapamientos de nervios más conocidos son el síndrome del túnel carpiano, que implica la compresión del nervio mediano en la muñeca, y la compresión del nervio cubital, que ocurre en el codo.
El tratamiento del entrampamiento de nervios puede implicar cambios en la actividad o posición de la mano para reducir la presión sobre los nervios. Además, se pueden utilizar férulas o férulas de muñeca para mantener la muñeca en una posición neutral y aliviar la tensión. Los medicamentos antiinflamatorios y analgésicos también pueden ser recetados para aliviar el dolor y la inflamación.
La fisioterapia desempeña un papel importante en el tratamiento del entrampamiento de nervios. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento ayudan a mejorar la movilidad de la mano y la muñeca, al tiempo que reducen la presión sobre los nervios. En casos más graves, cuando los síntomas persisten o empeoran, se puede considerar la cirugía para aliviar la compresión del nervio y restaurar la función normal.
Las patologías de los tendones flexores y extensores de la mano y la muñeca pueden incluir tendinitis, tenosinovitis, rupturas o desgarros. Estas lesiones pueden ser causadas por movimientos repetitivos, traumatismos o enfermedades inflamatorias.
Los síntomas comunes de estas condiciones incluyen dolor en la muñeca o los dedos, dificultad para mover los dedos o la mano, hinchazón, debilidad y sensibilidad en la zona afectada. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación clínica, que puede incluir pruebas de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética, para evaluar la gravedad de la lesión.
El tratamiento inicial de las patologías de los tendones flexores y extensores generalmente implica reposo y protección de la muñeca afectada mediante el uso de férulas o férulas. Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios y analgésicos para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
La fisioterapia es fundamental en el proceso de rehabilitación de estas lesiones. Los ejercicios específicos ayudan a fortalecer los músculos y tendones afectados, mejorando así la función y reduciendo la posibilidad de futuras lesiones.
En casos más graves, cuando hay una ruptura completa del tendón, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar o reconstruir los tendones dañados. La cirugía puede implicar suturar los extremos del tendón o utilizar técnicas de injerto para restaurar la función normal.
Las contracturas en la mano y la muñeca se refieren a la pérdida de movimiento completo debido a una contracción o rigidez anormal de los músculos, tendones o tejidos conectivos. Pueden ser causadas por lesiones, enfermedades crónicas, inmovilización prolongada o condiciones inflamatorias.
Los síntomas comunes de las contracturas incluyen rigidez en la mano y la muñeca, dificultad para mover los dedos, limitación en el rango de movimiento, dolor y debilidad muscular. La contractura puede afectar tanto los músculos flexores como los extensores de la mano y la muñeca.
El tratamiento de las contracturas puede implicar fisioterapia con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos para mejorar la movilidad y la flexibilidad de la mano y la muñeca. El uso de férulas o férulas también puede ser necesario para mantener la posición adecuada de la mano y prevenir una mayor contractura.
Además, la terapia ocupacional desempeña un papel importante en el manejo de las contracturas. Los terapeutas ocupacionales pueden trabajar con los pacientes para mejorar la función en las actividades diarias y recomendar adaptaciones en la rutina para evitar posiciones que agraven las contracturas.
En casos más severos, cuando la contractura limita significativamente la función y causa molestias persistentes, puede considerarse la opción de cirugía. La cirugía puede implicar la liberación de los tejidos y estructuras conectivas que causan la contractura, lo que permite una mayor movilidad y función en la mano y la muñeca.
Las anomalías congénitas de la mano y la muñeca son condiciones presentes desde el nacimiento que involucran deformidades o malformaciones estructurales. Pueden incluir ausencia de dedos, dedos fusionados, malformaciones óseas o desequilibrios musculares.
Los síntomas y el tratamiento varían dependiendo de la anomalía específica. En algunos casos, las anomalías congénitas pueden no causar problemas significativos y no requerir tratamiento. Sin embargo, en otros casos, cuando la anomalía afecta la función o causa incomodidad, puede ser necesaria una intervención médica.
El tratamiento de las anomalías congénitas de la mano y la muñeca puede implicar cirugía reconstructiva para corregir la deformidad y mejorar la función. La cirugía puede incluir técnicas como la reconstrucción de tejidos blandos, la transferencia de tendones o la corrección ósea.
Además, la terapia ocupacional juega un papel esencial en el manejo de las anomalías congénitas. Los terapeutas ocupacionales trabajan con los pacientes para mejorar la función y adaptar la rutina diaria a las necesidades específicas, utilizando dispositivos de asistencia si es necesario.
Las lesiones condrales e intraarticulares de la muñeca se refieren a daños en el cartílago articular y las estructuras internas de la articulación de la muñeca. Pueden ser causadas por lesiones traumáticas, desgaste crónico o enfermedades degenerativas.
Los síntomas comunes de estas lesiones incluyen dolor en la muñeca, inflamación, limitación en el movimiento, sensación de chasquido o bloqueo en la articulación y debilidad. El diagnóstico se realiza mediante evaluaciones clínicas y pruebas de imagen, como radiografías, resonancia magnética o artroscopia, para evaluar el alcance del daño.
El tratamiento de las lesiones condrales e intraarticulares de la muñeca puede incluir reposo y limitación de actividades que causen dolor o empeoren los síntomas. La inmovilización con férulas o férulas puede ser recomendada para proteger la muñeca y permitir la curación.
Además, la fisioterapia desempeña un papel importante en el manejo de estas lesiones. Los ejercicios específicos ayudan a fortalecer los músculos alrededor de la muñeca, mejorar la estabilidad y prevenir la rigidez.
En casos más graves, cuando hay daño extenso en el cartílago o la articulación está gravemente comprometida, puede ser necesaria una cirugía. Los procedimientos quirúrgicos pueden implicar la reparación del cartílago dañado, la limpieza de la articulación o la reconstrucción de la muñeca utilizando técnicas como la artroscopia o la artroplastia.
Las lesiones traumáticas de nervios y tendones en la mano y la muñeca pueden ocurrir como resultado de heridas penetrantes, cortes profundos o traumatismos directos. Estas lesiones pueden afectar la función normal de los nervios y los tendones, causando pérdida de movimiento, sensibilidad o fuerza.
Los síntomas comunes de estas lesiones incluyen dolor agudo, pérdida de sensibilidad en los dedos, debilidad muscular y dificultad para mover la mano o la muñeca. El diagnóstico se realiza mediante evaluaciones clínicas y pruebas de imagen, como la electromiografía o la resonancia magnética, para evaluar el alcance de la lesión y determinar el mejor enfoque de tratamiento.
El tratamiento de las lesiones traumáticas de nervios y tendones puede requerir cirugía para reparar los tejidos dañados. Los tendones pueden ser suturados o reconstruidos, y los nervios pueden requerir reparación o injertos. La rehabilitación posterior a la cirugía, que incluye fisioterapia y terapia ocupacional, es crucial para recuperar la función y mejorar la movilidad de la mano y la muñeca.
Es importante tener en cuenta que estas descripciones son solo una visión general y que el manejo y tratamiento específico de cada condición pueden variar según el caso individual. Si experimentas algún síntoma o lesión en la mano y la muñeca, es recomendable buscar atención médica adecuada para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.
Esguince de muñeca
Las lesiones por esguince de muñeca surgen como consecuencia de una lesión en los ligamentos que rodean a la articulación por un un exceso de estiramiento o rotura de este. Los síntomas más habituales son dolor, rigidez, enrojecimiento de la zona o ruido en la muñeca al moverse.
¿Cuánto tarda en curar un esguince de muñeca?
El tiempo de recuperación dependerá del tipo de esguince de muñeca, ya que existen diferentes tipos de gravedad.
Tipos de esguinces de muñeca
- Esguince de muñeca de grado 1
En este grado no se suele producir ninguna rotura, sino lesiones en la muñeca de poca gravedad. El tiempo de recuperación en estos casos será menor, y lo más habitual es el reposo total del paciente durante unos días.
- Esguince de muñeca de grado 2
Los ligamentos se rompen o desgarran parcialmente. Al igual que en el caso anterior, la recuperación será rápida, pero el reposo se alargará a unas semanas.
- Esguince de muñeca de grado 3
Este tipo de esguince es el más grave, donde los ligamentos están completamente rotos y se puede recurrir a una intervención quirúrgica para su tratamiento. En este caso, el periodo de recuperación tras una operación de esquince de muñeca será mayor, ya que tras una cirugía el reposo debe de ser absoluto por parte del paciente, y su posterior rehabilitación asistida.
Tendinitis de Quervain
Se trata de un tipo de tendinitis de muñeca, el cual afecta a los tendones extensores del lado del pulgar, los cuales se encargan de realizar los movimientos de extender o separar el pulgar. La tendinitis provoca una inflamación o irritación en la zona.
Causas y síntomas de la tendinitis de Quervain
Las causas de esta tendinitis de mano suelen ser por la realización de movimientos repetitivos de mano o muñeca, aunque también se puede dar por la práctica de algunos deportes como son el golf o el tenis.
Los síntomas más habituales que suele producir la tendinitis de Quervain son la inflamación o hinchazón sobre el pulgar o cerca del mismo, rigidez al mover los dedos o la muñeca, y dolor al realizar giros en la muñeca.
La artroscopia de muñeca es una cirugía mínimamente invasiva, en la cual se realizan unas pequeñas incisiones de aproximadamente unos 3 milímetros por debajo de la mano. A través de estas incisiones, se introduce un artroscopio (instrumento para la exploración visual de la zona afectada, a través de un sistema de iluminación altamente tecnológico) para la correcta observación de la zona afectada por la lesión.
Tanto la artroscopia como la endoscopia de muñeca permiten inspeccionar la zona de la muñeca, incluyendo cartílagos, tendones, ligamentos y nervios. Esto permite que se puedan reparar los tejidos de la muñeca o mano sin necesidad de intervenir en una operación abierta de la que por lo general, el tiempo de recuperación y el dolor de muñeca posterior a la operación suele ser mucho más prolongado que si se recurre a una artroscopia o endoscopia de mano.
¿Cuánto dura una artroscopia de muñeca?
La operación de muñeca a través de una artroscopia, tiene una duración aproximada entre los 15 y 60 minutos. Se debe recordar que este tiempo dependerá de la patología a tratar y la gravedad que pueda llegar a tener cada caso.
Habitualmente, se administra anestesia local, por lo que el paciente no sentirá ningún dolor en la muñeca durante el abordaje. El paciente es dado de alta unas horas después de la intervención siempre que se lo haya recomendado el traumatólogo a cargo de su caso.
Recuperación tras una artroscopia de muñeca
La recuperación tras una artroscopia de muñeca es rápida. Normalmente, el paciente es pautado con tratamiento analgésicos, con el objetivo de aliviar los posibles dolores. Al tratarse de una cirugía mínimamente invasiva, el paciente suele recuperar la movilidad pocos días después de la intervención.
En algunas ocasiones, será recomendable que el paciente lleve a cabo un tratamiento de rehabilitación supervisado por un fisioterapeuta especialista, con el objetivo de fortalecer la articulación y recuperar la movilidad.
Ventajas de la artroscopia de muñeca
La artroscopia de muñeca presenta múltiples beneficios respecto a una cirugía abierta. En primer lugar, se produce una agresión mínima de los tejidos, lo que reduce el riesgo de infecciones.
Además, la artroscopia proporciona una visión directa de la articulación, lo que facilita el diagnóstico y tratamiento de las lesiones. La recuperación es más rápida que tras una cirugía abierta.
Es importante que esta técnica sea llevada a cabo por un traumatólogo especialista. El equipo del Dr. Elgeadi cuenta con traumatólogos especializados en mano y muñeca, que dominan las técnicas de endoscopia y artroscopia.
Esta técnica ayuda al cirujano a examinar las partes internas de la articulación, ligamentos y cartílagos a los que afecta, por lo que será mas fácil determinar el tipo de patología existente.
La artroscopia se suele realizar cuando se ha producido alguna lesión o traumatismo que provoca dolor, hinchazón o cualquier otro tipo de síntoma.
Algunas de las lesiones y patologías más habituales que requieren de artroscopia de mano o de muñeca son:
Artrosis de muñeca
Esta patología surge como consecuencia de un deterioro en el cartílago perteneciente a la muñeca, produciendo dolores, dificultad en los movimientos, deformidad de la muñeca y rigidez de la articulación.
Sinovitis de muñeca
La sinovitis se da por una inflamación en la capa sinovial, lugar donde se encuentra el liquido sinovial que permite la lubricación de la articulación, evitando así la fricción en el movimiento y el dolor). Uno de los síntomas más característicos es notar la muñeca hinchada o dolor en la zona.
Lesiones del cartílago de muñeca
Las lesiones del cartílago de la muñeca se producen frecuentemente por una fractura articular distal del radio. Los síntomas que le caracterizan son el dolor intenso, pérdida de fuerza o la hinchazón de la muñeca.
Fracturas o cuerpos libres articulares
La fractura de muñeca es una de las patologías más frecuentes en lo que a traumatismos se refiere. Los síntomas más comunes son hinchazón, sensibilidad y dolor en la zona afectada.
Atrapamientos de tendones o nervios
Este atrapamiento del nervio puede darse como consecuencia de una tendinitis de mano (inflamación excesiva de los tendones) o por artritis. Los síntomas que le caracterizan son entumecimiento, hormigueo y una sensación de mano dormida.
Pseudoartrosis de escafoides
El escafoides forma parte de los huesos carpianos de la muñeca. Esta pseudoartrosis tiene lugar cuando una fractura no se ha consolidado en un periodo de 6 meses.
Fracturas de muñeca
Se producen cuando se fractura uno o varios huesos de la muñeca, normalmente ocasionadas por traumatismos. Las personas que sufren osteoporosis tienen los huesos más frágiles, por lo que son más susceptibles de sufrir estas fracturas o fisuras de muñeca.
Rizartrosis de mano
Se producen debido a una lesión de los ligamentos de dicha articulación. Estos esguinces pueden generar una rotura parcial o total de los ligamentos.
Esguinces en el pulgar
Suceden cuando se produce una rotura de ligamentos del dedo pulgar. Los síntomas más habituales son dolor e hinchazón en la zona afectada.
La principal diferencia entre ambas técnicas es que la endoscopia se realiza en el interior de la articulación, zona en la que no existen cavidades previas. Por otro lado, la artroscopia consiste en una técnica parecida a la endoscopia solo que las articulaciones observadas, tienen cavidades previas, como son la rodilla, el hombro, la cadera, el tobillo y la muñeca.
Tanto la artroscopia como la endoscopia de muñeca permiten inspeccionar la zona de la muñeca, incluyendo cartílagos, tendones, ligamentos y nervios. Esto permite que se puedan reparar los tejidos de la muñeca o mano sin necesidad de intervenir en una operación abierta de la que por lo general, el tiempo de recuperación y el dolor de muñeca posterior a la operación suele ser mucho más prolongado que si recurrimos a una artroscopia o endoscopia de mano.
A la endoscopia de mano y muñeca se le conoce mayormente como cirugía endoscópica del canal carpiano.
La endoscopia se suele utilizar en la patología relacionada con el síndrome de túnel carpiano. La afección aparece por una presión excesiva en el nervio mediano de la muñeca, cuya función principal es permitir el movimiento y la sensibilidad en la muñeca. Esta provoca hormigueo, debilidad en la zona o daño muscular en el paciente.